▬Lo que pasó es que él quería ir a Cuba y yo que pará un
poco… ¿Cuántos sueldos son un viaje a Cuba? Que cómo que no importa, que lo
tarjeteamos, que cómo que un año pagando 7 días si con la misma guita nos
tiramos un mes en alguno de nuestros paisajes de “¡La puta que vale la pena
estar vivo!”
Yo, que pucherié con mi sueldito de maestra en los 90 y
administré panes y cebollas con la flexibilización laboral, que me crié en los
avatares de padre cuentapropista arrasado por el Plan Austral… que conocí el mar
de grande porque fuimos a lo gitano y sobrevivimos gracias a un pavo que se escapó de vaya a saber qué corral para parar nuestra
olla, porque sólo quedaba guita para la nafta. Y vos,
que si no fuera por tus tíos acomodados…
No, no me puedo dar ese lujo. Agradecé que ahora podemos tomarnos unos
días… ¿Vos sabés lo que cuesta viajar en avión? ¿No te da miedo por la nena?
Y además, ¿por qué
Cuba? no te hagás el bolche que la Revolución Cubana ya no es lo que era…
Pero él insistió, y me fui dando cuenta de qué lejos se estaban
yendo nuestras afinidades ahora que tenía un sueldo un poquito más arriba del
promedio y cómo cubrir la canasta familiar le hacía avizorar la posibilidad de cagar más arriba que el
culo. Y mirá que a mí me gusta viajar ¿eh? Pero tampoco es la pavada… A mí el consumo boludo no me va.
Ya habíamos discutido feo por el tema del auto. Pero me la
ganó por la nena y lo difícil que se iba
poniendo el barrio, que los taxis no entran a cualquier hora, que el colectivo
no pasa nunca y que la moto era peligrosa para ir con una criatura.
Pero con el viaje no aflojé, pucherear otra vez por un viaje
al Caribe, entrar en la boludez de las tarjetas de crédito, a mí dejame vivir con lo nuestro, que
ahora podemos comer un asadito cuando tenemos ganas, podemos comprar la ropa que
nos hace falta, podemos salir y nos
alcanza para cena y cine, con lo que nos gusta el cine.
Y parece mentira, pero todo el desgaste que se podía haber
generado en tantos años de conocernos se reveló entre acusaciones de banalidad
por un lado y de frustración por el otro.
▬Ché… ▬la interrumpió▬ yo nada más te pregunté por qué se
habían separado.
Varzotti, en una mesa cercana escuchó el diálogo y sonrió para sus adentros, acariciando su olvidada Teoría económica del amor
Varzotti, en una mesa cercana escuchó el diálogo y sonrió para sus adentros, acariciando su olvidada Teoría económica del amor
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