En el diario La Capital de Rosario apareció, el viernes 18
de julio del corriente, un artículo titulado "PREGUNTADOS LE GANA A LA ESCUELA”.
Allí se menciona que los niños y jóvenes
dejan de lado la apatía hacia el conocimiento y son incentivados por un
formato de juego que supera la “obsoleta” formalidad rutinaria de la escuela y
son capaces de responder sobre geografía, arte, literatura, etc.
La nota es playera y se queda en una superficie
reduccionista. No se pregunta cómo es que los chicos saben las respuestas (yo
presumo que un poco por ayuda de la TV, otro por el contacto con Internet, y
fundamentalmente porque… ¡van a la escuela!).
Es evidente que se omite, además,que ese tipo de juego
motiva porque hay una competencia con otro, y esto no es ninguna revolución
pedagógica. Si el interés en el conocimiento se sostuviera en la posibilidad de
ganarle al resto, la escuela abandonaría su rol de educadora para convertirse
en un resorte (más obvio aún) de la reproducción capitalista que promueve el
individualismo.
Sí, la institución
escolar ya no responde a todas las necesidades de los estudiantes; ya no cumple
con su rol homogeneizador de fines del S
XIX y principios del XX. Ergo, habrá que detectar y analizar qué se espera de
ella y qué puede ofrecer sin que ello se convierta en una pulseada mercantilista.
Me pregunto, si la escuela
es anacrónica ¿entonces, por qué los padres y la sociedad en gral. se
aterran cuando hay huelga? ¿por qué en el mismo diario donde aparece la nota
se preocupan tanto por los días de clase que pierden y no se recuperan? ¿por
qué todos aplauden la posibilidad de la jornada extendida?. Presumo que llegó
la hora de sincerarnos. Quizás, quienes no trabajan en el ámbito educativo,
desconocen que para usar bien el google, encontrar la información exacta,
jerarquizar las ideas, sintetizar, etc. son necesarios ciertos procesos cognitivos y saberes previos
que, casualmente, se enseñan en las escuelas.
Si pensamos lo contrario y nos creemos la falacia de que un pibe aprende solito y su alma frente a un monitor
retrocedemos en el camino de construcción de los conocimientos para volver a la casilla de salida enciclopedista, capaz
de guardar millones de datos, pero inconexos, desintegrados. Esto último y la
competencia vacua solo obstan la posibilidad de desarrollar autonomía en la búsqueda
del saber. Y, la autonomía, es un fin exclusivo de la escuela que se consigue
con años de acompañamiento e
intervenciones de los docentes,
no de un otro que nos desafía.
¿Quién pregunta en PREGUNTADOS? Sí, una máquina. Es decir que,
según la nota del diario, la pedagogía de la pregunta (de Freire) también es
antigua, pues según ella, para aprender, es el sujeto quien debe interrogar e
interrogarse.