17 jun 2012

Herencias





El padre, preocupado por dejarle una herencia simbólica a su hijo, lo lleva a andar a caballo, procura enseñarle los secretos del fútbol, de la vida, del truco y del chin-chon …
Pero el niño, más que sabio, ya  le ha copiado al viejo los gestos, el andar, el estornudo...
Más que sabio, entiende que el tiempo ha de  cincelar "detalles"  para que él lo lleve consigo, siempre, adonde vaya.

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