-Y
entonces?
-Salimos.
Fuimos a cenar y charlamos mucho. Me hablaba de su ex. Me dijo que ya no la ama
pero que la sigue admirando porque hay pocas como ella…
-Pocas?
-Sí, por
cómo me la describió no debe haber muchas…Una mina increíble, divina…en todo
sentido…
-Después
hablamos de nosotros y me preguntó si yo estaba
conforme con mi cuerpo. Le dije que sí y me respondió con un elogio.
-Qué tipo
de elogio?
-“Alucinante!,
es buena señal que puedas aceptarte así como sos…Eso indica que sos
inteligente, muy inteligente, que no detenés en la superficie, que vas al fondo…”
-Ah…
-Después
me llevó hasta Oroño para que pueda tomar el colectivo y nos despedimos con un beso.
-Bien! ¿y
ahí arreglaron para otro día?
-No, ahí no.
Yo lo llamé la semana siguiente y lo invité a cenar en mi casa. Hice canelones
y le encantaron. Yo me reía porque él decía que así estaba sumando puntos…
-Puntos?
-Sí, qué
sé yo…Al rato ya estábamos abrazados. Luego del café, obvio…y nos quedamos así
como una hora, quietos, abrazados…sin hablar…
-Qué lindo…¿y
vos pensabas en algo?
-Sí,
pensaba que era muy romántico eso del silencio, juntos, pero también esperaba
que buscase mi boca.
-Y la
buscó?
-Sí. Y me
dio un beso y lo acaricié y terminamos en la cama. Y lo que me encantó fue que
no se puso duro al toque, como un atolondrado. Fue despacio. Eso sí, cuando
salió del baño, ¡él estaba a full (y yo también)!
-Y
garcharon…
-Síííííí…
-Y?
-Re lindo
porque no me decía cosas sucias como Andrés. Lo hacía callado…
-Y eso te
gustó…
-Sí.
-Y
después?
-Nada. Se
quedó dormido y aproveché para despertarlo con el desayuno y ahí hablamos mucho
de la relación y de cómo mejorarla para que funcione. Entonces me dijo que yo
tenía que ser más rítmica y menos gritona…jajaja. Se fue y quedamos para el
jueves.
-Y qué
onda el jueves?
-Seguimos
con el asunto de autocorregirnos para avanzar mejor en el vínculo. Él me dijo
que yo hago mucho ruido al comer. Tiene razón. Y me señaló la importancia de
una buena lencería, de jugar con los colores y con otras texturas, de salir de
la rutina del algodón blanco, tan soso…y además me habló de lo trascendente que
es para un hombre que la mujer se comporte con cierta sensualidad porque si no
los tipos no se motivan…
-Y vos? le
hiciste sugerencias?
-Sí, le
dije que para mí era muy importante que me bese mientras hacemos el amor…
-No te
besa cuando lo hacen?
-No, es
como si se concentrara…Pero bueno, después de eso la cuestión se consolidó un
poco más porque en el encuentro posterior me felicitó…
-Pero
estás mal…estás llorando…
-Por eso…porque
no me llama, no me atiende…no entiendo nada…Yo cumplí con todo. Incluso cociné
polenta para evitar los ruidos…¿Sabés que siento? Siento que no le gusto tanto…Decime,
¿soy un asco?, ¿soy fea?, ¿soy mala?...No le gusto….decime ¿no le gusto?
-No creo…Viste
cómo son los tipos, se asustan cuando encuentran una mina bien puesta…
-Vos decís
que insista?
-No creo…
-Me da bronca porque es un flaco bárbaro....
-Te parece?
-¿Vos
decís que le gusto demasiado y por eso está con miedo a comprometerse?
-Puede ser…o
no…vaya una a saber…
-¿Lo
llamo?
-No, dejá.
Ya se va a arrepentir y va a ver lo que se perdió…
-Y ahí
decís que vuelve?
-Quizás
no. Pero se va a sentir mal toda la vida…
-O sea que
seré inolvidable para él…
-Tal cual…